Tranquilidad, privacidad y poder disfrutar de la naturaleza son razones por las que los propietarios de las fincas a la venta en Mallorca se deciden por ellas. Ubicadas tanto cerca de la costa, en el interior o en la Sierra de Tramontana, son perfectas para el retiro tras tensas jornadas laborales, fines de semana o vacaciones.
Desde las antiguas fincas o 'posesiones mallorquinas' a otras de estilo más moderno e innovador, su carácter lo suelen dictar elementos arquitectónicos típicos de Mallorca: paredes de piedra, arcos, persianas mallorquinas y espacios ajardinados en entornos de singular belleza.
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