Semana Santa en Mallorca entre tradiciones, sabores y emociones

Mallorca se transforma durante la Semana Santa en un escenario vibrante donde religión, tradición y cultura se funden. Aunque este año se viva de forma más íntima, el espíritu sigue presente en los hogares mallorquines. Familias enteras se reúnen para preparar dulces típicos y rememorar juntas las costumbres que definen estas fechas. Es una época que conecta generaciones y refuerza la identidad local, demostrando que incluso en casa, se puede sentir la magia de la Semana Santa.

Procesiones que conmueven
Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua, las procesiones llenan las calles de Palma y otros pueblos con solemnidad y emoción. Cofradías ataviadas con túnicas y capuchas desfilan cargando imágenes religiosas mientras suena música sacra. El Jueves Santo destaca con la multitudinaria procesión del ‘Crist de la Sang’, y el Viernes Santo, el Calvari de Pollensa ofrece un espectáculo único con la representación del Descendimiento. El Domingo de Pascua, la procesión del Santo Encuentro simboliza la alegría del reencuentro entre Jesús y María.

Sabores que cuentan historias
Los sabores tradicionales son protagonistas durante estos días. Las panades rellenas de carne o pescado, la coca de verduras, los robiols dulces y los crespells con su textura crujiente evocan recuerdos familiares y momentos compartidos. Estos productos, elaborados con ingredientes locales como aceite de oliva o naranjas de Sóller, son más que comida: son herencia cultural. Además, regalar monas de chocolate a los ahijados mantiene viva una de las tradiciones más dulces de la Pascua.

Diversión y color en la Fira del Ram
Uno de los eventos más esperados es la Fira del Ram, que transforma los alrededores de Palma en un parque de atracciones durante varias semanas. Desde la emblemática noria hasta las tómbolas y los puestos de gofres, esta feria ofrece entretenimiento para todas las edades. Es una celebración donde se mezclan risas, luces y recuerdos, siendo una parada obligatoria para residentes y visitantes.

Un final con aroma de campo
La Semana Santa culmina con el Domingo del Ángel, una jornada dedicada a compartir al aire libre. Las familias se reúnen en espacios emblemáticos como el Castillo de Bellver o Puig de Santa Magdalena para disfrutar de comidas campestres. Esta tradición, que antiguamente tenía un carácter solidario, sigue viva como símbolo de unión y celebración comunitaria. Mallorca demuestra, así, que sus tradiciones se adaptan al presente sin perder su alma.