Como cualquier persona “de buen comer” sabe, la gastronomía española es, si no la mejor, una de las mejores del mundo. Podemos decir con orgullo que la cocina mallorquina no la desvalora en absoluto. Mallorca, como en la mayoría de los sitios, es un lugar donde la gastronomía se adapta a la temporada. El verano está señalado por aquello que lo hace propio: el calor y los productos de temporada. Los platos mallorquines, en verano, se visten de colores vivos y de sabores intensos. Colores rojos de tomates y pimientos, azulados de berenjena y sabor a hortaliza, carnes, ajo y aceite. Habiendo mucha variedad, desde Berkshire Hathaway HomeServices Nova Mallorca Inmobiliaria hemos hecho una selección de lo que nosotros consideramos los favoritos.
El "tumbet" es, sin duda, el plato estrella en verano. Se elabora con berenjenas, calabacín, pimientos rojos o verdes, patatas, tomates, salsa de tomate, ajos, aceite y sal. Todo ello frito, con carne normalmente, y en ocasiones hasta pescado. Para coronar el plato se le suele añadir un huevo frito encima.
El "trempó", típica ensalada fría de Mallorca, se toma a todas horas. Se elabora con tomate, pimiento y cebolla tierna, todo ello aliñado con aceite de oliva virgen y sal. Puede llevar hasta arenques ahumados, atún en aceite de oliva o incluso albaricoques. Es el plato veraniego que la tradición agraria ha regalado a Mallorca. Es extremadamente sencillo y delicioso y perfecto para ocasiones como la playa, una salida en barco o una excursión.
La coca de trempó es una coca salada típica de Mallorca. Consiste en una masa de pan plana y cuadrada, con hortalizas cortadas a trocitos. Como el trempó, lleva tomate, pimentón verde, rojo y cebolla.
Las "berenjenas al horno" son un plato más elaborado. Se rellenan de carne picada o pescado y marisco, y se cubren con una salsa de tomate y galleta de Inca picada. Aunque sean más difíciles, merece la pena el intento: se te hará la boca agua.
La gastronomía de Mallorca es muy sencilla, pero muy sabrosa. Se basa en aquello que la tierra ha producido durante centenares de años. Los postres de Mallorca siguen a pies juntillas las líneas sencillas dibujadas por los platos salados. Aquí unos ejemplos.
La ensaimada mallorquina es la reina de los postres y la más conocida. Aunque no lo parezca, se cocina a partir de manteca de cerdo y se come rellena de cabello de ángel, crema, nata o sin relleno y con azúcar espolvoreado en su parte superior. Tiene una forma en espiral muy característica que la hace reconocible internacionalmente.
Los crespells son unas pastas típicas de Mallorca compuestas, principalmente, de mantequilla o manteca, huevos y azúcar. Se consumen principalmente durante las Fiestas de Pascua de Resurrección y se pueden encontrar durante todo el año en las pastelerías y hornos de Mallorca, sobre todo, en forma de divertida estrella.
Si tal como dice el refrán “Pan con pan es comida de tontos”, entonces el gató con almendras lo cumple a rajatabla. De la parte llana de Mallorca se extraen unas almendras muy preciadas por nuestra gente. Con ellas, se elabora un bizcocho dulce cubierto de azúcar -el gató- que se come tradicionalmente con helado del mismo fruto seco. Es el postre más famoso -con permiso de la ensaimada - de Mallorca y todavía en muchas casas se elabora, tanto helado como el bizcocho, artesanalmente.
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