"El mito de las viviendas ecológicas más caras: desmontando los prejuicios"
Descubre por qué son una inversión rentable a largo plazo

¿Son más caras las viviendas ecológicas? Esta es una pregunta que se hace frecuentemente, pero la respuesta es todo lo contrario. Desmontamos este mito y te explicamos por qué.
En muchas ocasiones, asociamos lo "ecológico" o lo "sostenible" con algo que siempre es más caro que algo que no lleva esa etiqueta. Pero esto no siempre es cierto, y en el caso de las viviendas ecológicas, lo contrario es la realidad.
Para calcular el coste real de una vivienda, es importante tener en cuenta no solo la inversión inicial, sino también los costes de uso y mantenimiento a lo largo del tiempo, así como los beneficios para la salud y el medio ambiente. Si analizamos estos factores, las viviendas ecológicas resultan más económicas a largo plazo.
El concepto de "hipoteca energética" es clave para entender por qué las viviendas ecológicas son más económicas. Este término se refiere al coste mensual que se paga por el consumo de energía de una vivienda, incluyendo luz, agua, calefacción y gas. En este sentido, una vivienda con una alta eficiencia energética y un diseño bioclimático, como las viviendas ecológicas, tendrá un menor coste energético y, por lo tanto, una menor hipoteca energética.
En comparación con los edificios tradicionales, las viviendas ecológicas suelen tener un coste inicial más elevado, pero a largo plazo, resultan más económicas. Esto se debe a que los edificios tradicionales suelen tener altos consumos energéticos debido a un escaso aislamiento térmico y baja hermeticidad, lo que implica un mayor gasto energético y, por tanto, una hipoteca energética más elevada.
En cambio, las viviendas ecológicas están diseñadas siguiendo criterios pasivos y bioclimáticos, lo que les permite aprovechar al máximo los recursos naturales y reducir el consumo energético al mínimo. Por ejemplo, una casa pasiva puede ahorrar entre un 70-80% de energía en comparación con una vivienda tradicional. Esto se traduce en un ahorro anual de entre 1.700 y 1.900 euros en una factura media mensual de 200 euros, lo que en una década supone entre 17.000 y 20.000 euros de ahorro.
Además, debemos tener en cuenta la emergencia climática y la necesidad de reducir nuestra dependencia energética. Las viviendas ecológicas nos permiten contribuir a este objetivo, fomentando la producción propia y el autoconsumo y utilizando la menor energía posible sin comprometer nuestro bienestar como sociedad.
En conclusión, las viviendas ecológicas no son más caras que las viviendas tradicionales, sino todo lo contrario. A largo plazo, resultan más económicas gracias a su eficiencia energética y diseño bioclimático, lo que les permite reducir la hipoteca energética y contribuir a la lucha contra el cambio climático.