Una casa pasiva es un hogar que no necesita calefacción tradicional para mantener una temperatura agradable durante todo el año. Sustituye la calefacción de toda la vida, que consume mucha energía, por otros métodos ecológicos y sanos que consiguen reducir el consumo a casi cero.
¿Pero cuáles son estos métodos?
Principalmente el sol que, como ya sabemos, entra por nuestras ventanas y calienta con sus rayos solares. Cuanto más mejor y sobre todo, que no se escape!
Segundo, la energía que obtenemos simplemente haciendo lo que solemos hacer. Cocinar, usar aparatos eléctricos, y el propio calor que emite nuestro cuerpo. Es sorprendente la cantidad de energía que desprendemos al hacernos un café, una tortilla francesa o ver la tele. Solo hay que aprender a utilizarla.
Por último, reutilizando el aire caliente. Si abrimos las ventanas, todo el aire caliente y energía cara que hemos generado de manera eficiente se escapa de la casa. Para prevenir esto, necesitaremos un buen sistema de ventilación para renovar el aire.
Una casa pasiva debe cumplir ciertos requisitos y características:
Una orientación adecuada. Es importante que estas casas estén situadas en un lugar apropiado para poder aprovechar al máximo la radiación solar. Si colocamos estas casas de manera que estén todo el día a la sombra te puedes ir olvidando de generar energía solar.
Un diseño inteligente. Al igual que con la orientación, un diseño estratégico como puede ser uno de grandes ventanales, permitirá la entrada de luz natural. Justo lo que necesitas!
Aislamiento de suelos, paredes y techos. No sirve de nada generar energía si luego no vas a saber mantenerla. Para que este sistema funcione la casa debe estar perfectamente aislada y la manera de conseguirlo es utilizando los materiales adecuados. Que no se escape ni un poquito de energía.
Buenas puertas y ventanas. Las puertas y ventanas son el punto débil de las casas pasivas. Por ellas es fácil que se escape el aire caliente y por eso debes asegurarte que son de la mejor calidad.
Un sistema de ventilación. Al no poder abrir ventanas y puertas para renovar el aire necesitarás un sistema de ventilación, y no uno cualquiera. Tiene que ser un sistema que controle la entrada y salida de aire de manera que si hace frio, utilice el calor que generamos y si hace calor, integre aire frio. No te preocupes, estos sistemas para refrescar el aire interior no son caros.
Un entorno estanco. Esto quiere decir que en la casa no debe haber corrientes de aire. Con la entrada de corrientes la temperatura se descontrola y con ella tu ahorro de energía.
Eliminación de los puentes térmicos. Los puentes térmicos son las zonas de tu vivienda por las que se transmite fácilmente el calor hacia otras habitaciones. Estas zonas suelen ser juntas y ejes donde coinciden diferentes tipos de materiales. La solución es colocar en estas zonas un aislante térmico adicional.
En una casa pasiva, controlando que no entre aire del exterior, el consumo energético puede ser de 10 a 15 euros mensuales. No hace falta ni explicar el tremendo ahorro que esto supone para una familia.
A este ahorro se le unen muchas otras ventajas, entre ellas el confort y bienestar que este tipo de casas consiguen. Con este sistema conseguirás una temperatura agradable durante todo el año, sin corrientes frías ni calientes y olvídate de los ruidos. El aislamiento de las paredes y suelos evitará que estos te molesten.
Otra ventaja fundamental es su contribución al medio ambiente, reduciendo las emisiones de CO2. Estas son las casas "ideales" para frenar la contaminación. Recuerda, el cambio climático nos afecta a todos!
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